NoticiasCómo la educación de Luis Díaz en Barrancas lo convirtió en el futbolista que es

El joven de 27 años le da crédito a su crianza en la ciudad de Barrancas, ubicada en la región de La Guajira, por convertirlo en la persona alegre y el talentoso futbolista que es.

Las hazañas de Díaz con el Barranquilla FC y el Junior en su tierra natal acabaron por llamar la atención del FC Porto, donde prosperó durante dos temporadas y media antes de que los Rojos hicieran su jugada en enero de 2022.

Recordando sus raíces, Díaz dijo recientemente a la UEFA: «[Crecer en] La Guajira, digamos, es lo mejor que me ha pasado en la vida.

«Barrancas es un lugar del que me enorgullece saber que nací allí, saber que vengo de allí. El hecho de que mis raíces estén en Barrancas siempre ha sido algo de lo que me he sentido orgullosa

«[Soy de] un pueblo muy pequeño. Tiene un lado parecido al de muchos pueblos y ciudades, pero es un pueblo muy agradable, [y es] muy bonito, muy agradable y muy alegre. La gente de allí es muy agradable.

«Las principales características son que es, digamos, un pueblo muy pequeño. La mayoría de las personas allí se conocen, se llevan muy bien entre sí. Son personas decididas, que también se esfuerzan por superarse a sí mismas.

«No importa las pocas oportunidades que tengan y lo poco que tengan, siempre están tratando de vivir la vida con una sonrisa en la cara, tratando de forjar el mejor camino para seguir adelante para sí mismos, tratando de ser felices con lo que tienen.

«Siempre están alegres, siempre viven la vida con una sonrisa en la cara y siempre están tratando de forjarse el mejor camino para seguir adelante».

Hasta la fecha, Díaz ha marcado 29 goles y 11 asistencias con el Liverpool, levantando la Emirates FA Cup y dos Carabao Cups en el camino.

El No. 7 compartió un par de recuerdos de su infancia en Barrancas que resaltan ciertas características que aún conserva en su juego ahora en el equipo de Arne Slot.

«La historia de las uñas, ¡sí!» Diaz comenzó. «Estuvo genial. Cuando jugábamos en una cancha frente a la casa de mi abuela, lo único que nos importaba era jugar al fútbol y pasar un buen rato.

«Antes era un campo de tierra, con piedras, de mala calidad, pero estábamos contentos y jugábamos allí. Ahí es donde entra en juego la historia de mi uña. Había demasiadas piedras y el suelo estaba demasiado sucio. Golpeé mal la pelota y se me cayó la uña del pie.

«Dije: 'No me importa, quiero seguir jugando'. Quería seguir jugando. Era todo lo que quería hacer. No sé, la verdad es que no me importaba mucho otra cosa. Tomé una tirita y seguí adelante. Tengo muchas historias de allí, en las que los niños jugaban.

«Tengo una historia muy bonita que tuvo lugar en un parque, Parque Romero. Este es un parque muy popular en Barrancas. Fue un gran torneo en el que participaron muchos equipos locales.

«Era un niño y teníamos un equipo muy bueno. Jugamos en la final. La final estuvo genial. Al principio, perdíamos 3-0. Salí del banquillo, cambié el partido [y] marqué un gol.

«Fuimos a la tanda de penaltis. Fue 3-3, luego 4-3, luego 4-4. Marqué el último penalti de la final y ganamos el torneo. Fue un día fabuloso».

El ascenso de Díaz a lo largo de su carrera aún no ha debilitado su determinación.

Con una destacada actuación desde el inicio de los Rojos hasta la temporada 2024-25, el atacante ya ha marcado cinco goles y tiene el objetivo de mejorar los 13 que anotó la pasada temporada.

«¡Esperemos que sí! Esa es la idea», dijo. «Siempre pienso en ayudar al equipo, que es lo más importante. Creo que es un buen número.

«Siempre intento mejorar cada año, mejorar lo que hice el anterior, y los goles y las asistencias vienen por sí solos».